El 14 de agosto entrevistamos a la Lic. Alicia Vidal, psicóloga especialista en accidentología forma parte de CIPEA, un Centro de Investigación para el estudio y prevención de accidentes creada hace más de 20 años por el Dr. Julio Granel.
Se ha observado que aquellas personas que están atravesando crisis vitales, nacimientos, divorcios, fallecimiento de algún ser querido, el paso de la adolescencia a la adultez, pueden convertirse en momentos propicios para que se produzcan accidentes si dichas crisis no se han elaborado al transformarse en situaciones dilemáticas.
Junto al deseo del cambio hay un movimiento hacia el NO cambio.
Simultáneamente se reactivan ansiedades intensas vivenciadas en determinados momentos traumáticos de la vida infantil, que se repiten en cada nueva situación de cambio que el individuo va enfrentando a lo largo de su vida.
Los especialistas indican que el accidente aparece, irrumpe en la vida de un individuo que se encuentra atravesando conflictivamente una CRISIS de cambio, manejándola en un intento de darle representatividad en el mundo externo a los contenidos traumáticos inconscientes.
De allí es que sostienen la hipótesis de que el trauma psíquico precede al accidente y que este es una manera de elaborar la situación traumática pero no el trauma mismo.
En general, sostienen, hay alertas previos en el individuo que se accidenta que deben ser tenidos en cuenta como forma de prevención( caídas frecuentes, pequeños accidentes caseros, cortes, fracturas, etc).
De ninguna manera las personas provocan concientemente los accidentes, pero es para tener muy en cuenta este estado de vulnerabilidad que reduce la percepción y aletarga nuestros sentidos para captar momentos de riesgo físico para uno mismo y para otros.
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