28/08/10
Hoy estoy interesada en comentar algunos hechos vinculados a la educación que han ocurrido en el transcurso de la semana y que no podemos dejar de mencionar.
El paro de los docentes porteños del 24 de agosto por mayor presupuesto educativo, recomposición salarial, mejoras edilicias, reapertura y apertura de grados, secciones, la estabilidad laboral de interinos y suplentes de docentes de media y terciaria y la construcción de jardines maternales y de infantes ya que se calcula que hay 5000 niños de 4 y 5 años que no tienen vacantes.
Si bien esta situación no es nueva, ha empeorado debido a la falta de inversión del Gobierno de
A esto hay que sumar la toma de 22 escuelas medias por parte de sus alumnos, que esperan las mejoras edilicias, el otorgamiento de viandas y becas para estudiantes.
Enrique Larreta miembro del gobierno porteño acaba de declarar que solo se ejecutó el 7% del Presupuesto destinado a infraestructura escolar….Mientras Esteban Bullrich anunció el miércoles pasado un plan de obras para resolver estos problemas.
Quiero señalar, que también, en el transcurso de la semana, el ministerio de Educación del Gobierno de
Dicha medida fue rápidamente condenada y anulada por la Justicia.
Es sorprendente que en un año en el que desde el Ministerio de Educación se proclamó al 2010 como Año de la transformación educativa de la escuela media, se tomen medidas de este tipo que traen a nuestra memoria las épocas nefastas de la dictadura, alentando la delación por parte de los docentes en lugar de tener propuestas pedagógicas significativas y de resolver las cuestiones edilicias que hagan más dignas las condiciones para enseñar y aprender.
Sin embargo, es sumamente interesante la irrupción de los jóvenes en el escenario político actual.
Otra cara de la juventud arg, lejos del alcohol, de la droga, de la delicuencia que parece ser
Independientemente de si estamos o no de acuerdo con la modalidad que han adoptado los estudiantes para protestar hoy por lo que resultan sus legítimos derechos, el grado de participación, el interés por la defensa de la escuela pública, el deseo de mejorar la educación de un país que esté a tono con los nueva realidad nacional está presente, se ve, se palpa, se siente.
Se podrá decir desde ciertos sectores que lo que pasa es que los pibes se aprovechan de la situación para no ir a clases. Tal vez, algunos lo aprovechen en este sentido, pero en su gran mayoría, comprobado está, que son la voz de una comunidad educativa que ve con preocupación que las promesas del Pro, durante la campaña electoral en relación a la educación pública, están muy lejos de la realidad.
Bienvenidos entonces los jóvenes que construyen ciudadanía a través de la participación, la exigencia a los gobernantes de las acciones prometidas, el compromiso y la solidaridad tan vapuleada en los últimos años, frente a un Ministerio de Educación ausente.
Lic Elena Liniado
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