Es imposible describir en pocas palabras la obra y personalidad de San Martín, por eso, desde Sintonía Educar, hacemos un breve recorte acerca de algunas de sus ideas referidas a los conceptos de libertad y unión americana.
Un ejemplo de ideas, vida y lucha que hoy se actualiza en la situación política, económica, social y cultural de los países latinoamericanos frente a los dramática crisis y acontecimientos que se viven, especialmente en Europa y empiezan a sentirse en EEUU.
El 13 de marzo de 1819, San Martín expresó en una carta dirigida al caudillo oriental José Gervasio de Artigas su preocupación por la guerra civil declarada entre Santa Fe, la Banda Oriental y Buenos Aires:
“Me hallaba en Chile acabando de destruir el resto de maturrangos que quedaban como se ha verificado e igualmente aprontando los artículos de guerra necesarios para atacar a Lima, cuando me hallo con noticias de haberse roto las hostilidades por las tropas de usted y de Santa Fe contra las de Buenos Aires. (…) Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazón. Paisano mío, hagamos un esfuerzo, transemos todo, y dediquémonos únicamente a la destrucción de los enemigos que quieran atacar nuestra libertad. No tengo más pretensiones que la felicidad de la patria. En el momento que ésta se vea libre renunciaré el empleo que obtenga para retirarme; mi sable jamás se sacará de la vaina por opiniones políticas…”
El mismo día, 13 de marzo de 1819, también se dirigió a Estanislao López, gobernador de Santa Fe, intentando conciliar las desavenencias internas: “Unámonos, paisano mío, para batir a los maturrangos que nos amenazan: divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra con honor. La sangre americana que se vierte es muy preciosa y debía emplearse contra los enemigos que quieren subyugarnos. El verdadero patriotismo, en mi opinión, consiste en hacer sacrificios: hagámoslos, y la patria, sin duda alguna, es libre, de lo contrario seremos amarrados al carro de la esclavitud. Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas. (…) Transemos nuestras diferencias; unámonos para batir a los maturrangos que nos amenazan y después nos queda tiempo para concluir de cualquier modo nuestros disgustos en los términos que hallemos por convenientes sin que haya un tercero en discordia que nos esclavice”.
Qué interesante volver a leer estas sabias palabras, de quien fuera el Padre de la Patria.
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