Mientras Macri subsidia escuelas privadas cuya cuota mensual es de 1.600 pesos, en las públicas seis mil pibes no tienen vacantes.
Fragmento de la publicación de Francisco Yofre, en
http://sur.elargentino.com/notas/blancas-palomitas-pagas, del 21/11/10
En el sur de la Ciudad de Bs As, este año, 6.000 chicos del nivel inicial quedaron sin vacantes. Al mismo tiempo, el gobierno porteño pagó subsidios a colegios que –como en el caso de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en Las Cañitas– cobran cuotas de hasta 1.600 pesos, el sueldo entero de más de una familia convertido en arancel escolar.
En 2011, en Lugano y Villa Riachuelo, 10.400 alumnos jugarán a la versión más injusta del juego de la silla en las escasas 14 escuelas que tiene esa zona de la Ciudad. En cambio, además de disponer de más vacantes (esto es, sillas donde sentarse a estudiar) los chicos de las zonas más caras de la Ciudad recibirán un beneficio del que seguro no tendrán ni idea. En efecto, los montos más altos de subsidios entregados por el Estado a escuelas privadas estarán en el D E 10, que comprende los barrios de Belgrano y Núñez, tal como lo detalla un reciente informe de la Ong Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia .
Se pone en evidencia así una cruel paradoja: aquellos subsidios que surgieron buscando mayor equidad en el acceso a la educación hoy financian y perpetúan la desigualdad. En la CABA , los establecimientos públicos y los privados se dividen la matrícula en partes casi iguales: 356 mil alumnos para los estatales, 330 mil para los pagos.
En el resto del país la realidad es otra, y la participación de chicos en colegios privados no llega al 25 por ciento del total de la matrícula. Por eso, la Ciudad tiene sus propios ritmos a la hora de distribuir los recursos y más aún si se tiene en cuenta que es el distrito con el PBI per cápita más alto de la Nación.
Pero si a fines de la década del ’40 sólo el 8 por ciento de los estudiantes asistía a un colegio privado, y hoy la matrícula alcanza al 50 por ciento, algo debe haber sucedido en el medio. Algo capaz de hacerle perder a muchos la fe en el sueño de las “blancas palomitas”, pero también la certeza de que un chico no es –nunca debe ser– antes cliente que alumno.
En lo que va del año, se destinaron 577 millones de pesos en subsidios a las escuelas privadas.
Tal vez por eso subleva tanto recordar la explicación del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, durante el conflicto docente de 2009. ¿Qué dijo? “No podemos aumentar”. ¿Por qué? “Porque no hay plata”.
Vergüenza se ve que tampoco.
FUENTE: Miradas al Sur (21/11/10)
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