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El Museo Nacional de Bellas Artes
programa cuatro grandes exposiciones para el año 2013, que tendrán lugar en
el Pabellón de exposiciones temporarias.
A mediados del mes de mayo se inaugura una muestra de 50 dibujos
pertenecientes al artista colombiano Fernando Botero (Medellín,
1932) con obras provenientes de su propia colección. Los dibujos fueron
realizados entre los años 1973 y 2011. En estos trabajos se aprecia el
talento y el dominio de diversas técnicas como el lápiz, el pastel, la
acuarela, la carbonilla y la sanguina, para los que utilizó como soporte
tanto la tela como el papel. En ellos aborda distintas géneros y temáticas,
retratos, desnudos, naturalezas muertas, una serie dedicada al circo, la
tauromaquia, la violencia, entre otros. Los formatos presentan dimensiones
variadas destacándose un conjunto de veinte dibujos de gran tamaño.
“Es uno de los pocos artistas hoy en día que le da tanta importancia al
tema del dibujo, un oficio que se ha ido perdiendo a lo largo de los años.
Hoy, dentro del arte contemporáneo, muy pocos artistas son dibujantes”,
precisa Lina Botero, su hija.
En el mes de julio se presenta la exposición curada por Laura Malosetti
Costa: Buenos Aires: paisajes del
progreso y sus bordes con obras del maestro argentino Pío
Collivadino. Collivadino (Buenos Aires 1869-1945), plasmó en sus pinturas,
dibujos y grabados, las nuevas formas de belleza ofrecida por la metrópolis
moderna. Nacido en Barracas, hijo de una familia de inmigrantes lombardos,
vivió en Italia entre 1890 y 1906, donde se formó como artista. Desde su
regreso, expresó en sus obras la transformación de la ciudad de Buenos
Aires en las primeras décadas del siglo XX. La exposición propone mostrar a
Collivadino como el artista que construyó una mirada paisajística sobre la
capital porteña, registrando en sus obras los novedosos rascacielos y las
avenidas del centro de la ciudad, las escenas portuarias, los nuevos edificios
industriales, las usinas y puentes de las orillas, y los barrios marginales
de la metrópolis en continuo crecimiento.
En septiembre se inaugura la exposición Esculturas de la colección del MNBA 1896-1914. Los inicios de la
colección. Esta muestra es una producción del Área de Investigación
y Curaduría del MNBA y presenta un amplio panorama de los comienzos de la
colección de esculturas del MNBA. Obras de reconocidos autores nacionales y
extranjeros del siglo XIX y principios del XX, como Lucio Correa Morales,
Mateo Alonso, Francisco Cafferata, Rogelia Yrurtia, Víctor de Pol, Arturo
Dresco, Antoine-Louis Barye, Émile Bourdelle, Gustave Doré, Alexandre
Falguière y Auguste Rodin, forman parte del corpus de esculturas de la
institución desde su creación en 1895 hasta 1914, momento en que se
desarrolla el IV Salón Nacional de Artes Plásticas. Las obras expuestas
dialogan con las piezas de la colección permanente de artistas
contemporáneos y de los mismos autores, representados también en estas
salas.
La muestra brinda la posibilidad de acercarse a esculturas que no se
exhiben habitualmente y a otras que se presentan al público por primera
vez. Una de las primeras obras de autor argentino en ingresar a la
colección fue Bacante de Arturo Dresco, pieza restaurada especialmente para
esta ocasión. Se expone además un conjunto de calcos de la escultura
antigua, compradas en Europa en 1906 por el fundador del museo Eduardo
Schiaffino.
En el mes de noviembre esta prevista la inauguración de la exposición Una visión romántica. La Colección
Rademakers.
Jef Rademakers, escritor y productor televisivo, gran amante del arte, en
las últimas décadas reunió una selección de pintura romántica de Holanda y
Bélgica. Esta colección no solo posee una alta calidad artística sino también
homogeneidad, lo que la convierte en un perfecto ejemplo de la pintura
romántica en los Países Bajos en el siglo XIX.
Los artistas de ese periodo gozaron de una gran popularidad en su época
pero a comienzos del siglo XX fueron olvidados y han recuperado vigencia en
los últimos años.
Para la selección de las obras Rademekers se dejó guiar tanto por la
intuición como por su sensibilidad para captar la belleza. La exposición
está organizada en cinco núcleos y parte de temas específicos: pintura de
género, arquitecturas, paisajes, marinas y nocturnos. Las escenas de
costumbres y las representaciones de la naturaleza son temas
característicos de la pintura romántica.
El Sr. Rademakers, encarando una colección especialmente dedicada al
romanticismo, se ha propuesto su difusión en instituciones académicas y
museos. Así, su colección fue exhibida con anterioridad importantes museos
de Holanda y en el museo del Hermitage de San Petersburgo.
FUENTE: http://www.mnba.org.ar/detalle_exposicion_temporal.php?exp=1&exposicion=117
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