Se
mezclan los temas de salario docente, el fracaso de la paritaria nacional, los
paros que cada vez gozan de menor aceptación, los dichos de la presidente y el
cierre de 143 grados, 53 cursos de escuelas medias y 25 de escuelas técnicas en
la ciudad de Bs As…. Además de los rastros que han quedado sobre el modo en que cerró el conflicto por
las juntas a fin del año pasado.
La
cuestión de las palabras de Cristina Fernández sobre horas de trabajo y vacaciones admite
discusión. Como lo dijimos en nuestro programa de la semana pasada, emitió una
opinión basada en un sentido común que desmerece la labor
docente y obtiene el rechazo a sus dichos por la
mayoría de los educadores.
Ahora bien, la presidenta además habló de otras dos cosas:
los paros por el reclamo salarial y el ausentismo docente. El 47% de cargos con
doble cobertura en Santa Cruz no es un invento.
A esta
altura está más que claro, según nuestra óptica, que en la CABA los paros reiterados llevan agua
al molino privado. Pan para hoy y hambre para mañana, a la larga ( y
solo pensando en el interés sectorial docente) atenta contra la propia
fuente de trabajo.
Sin
embargo, los paros no serían tanto problema si no fuera por un fenómeno
que los refuerza y es una gota de agua que horada la piedra de las
familias, en el ámbito de la escuela pública: muchos docentes faltan con una
frecuencia que no debería ser posible, impidiendo el normal desarrollo de las
clases y su continuidad a lo largo del ciclo lectivo.
La
situación concreta de emergencia educativa en la Ciudad declarada en marzo del
2011 por falta de educadores, las jubilaciones masivas que se vienen dando en los
últimos años y que han perjudicado la continuidad de proyectos pedagógicos a
largo plazo en distintas escuelas, muchas veces, un estilo de gestión laxo y que
tiende a evitar el conflicto en lugar de garantizar que la institución educativa cumpla la función
que la sociedad le asigna,el desgranamiento que se produce en los institutos de formación docente, entre otros, también forman parte de esta problemática.
Lamentablemente el cierre de grados y cursos no se explica sólo por lo que hace
Macri, sino también por el modo de
comportamiento de la ciudadanía, que tambien está desertando del Estado.
Muchas
veces, animada por un cierto espíritu consumista y otras, por las operaciones de
marketing desde sectores que parecen asignarle, como en los noventa, a la escuela privada un prestigio superior al
de su calidad efectiva, que, a juzgar por hechos recientes, TAMPOCO, garantizan la calidad de los servicios...
Por
supuesto, no decimos que Macri sea inocente en ese cuadro de situación. Su
gestión mantiene y mantendrá un vinculo orgánico y estratégico con el mundo de
los negocios en cualquier área. El cierre de grados y cursos es la demostración del fracaso en materia de políticas y gestión educativas del Ministerio de Educación de la CABA. Probablemente, de haber sido EFICIENTES en materia de inversión, hoy habría más alumnos en las escuelas públicas que en las privadas. Pero no es el único factor.
En la CABA el 50% de los
sectores medios y medios bajos llevan a sus hijos a escuelas primarias privadas. Una tendencia continua desde los años 80. Mientras en la escuela
media hay un 60% de alumnos que asisten a la privada.
Actualmente, el Ministerio de Educación financia el 50 o el 100% de los
salarios docentes de muchas escuelas privadas que no son de
elite, en lugar de invertir ese dinero en las públicas.
Sabemos también que los subsidios a la educación privada vienen aumentando desde la gestión macrista y que el
cierre de grados y cursos es puro ajuste.
Creemos
que es el Estado quien debe
garantizar la educación pública de calidad, esto no se resuelve fusionando grados sino abriendo mayor oferta para los sectores
populares, por ejemplo, en la zona sur y en barrios carenciados de la Ciudad.
Lo ocurrido ayer en la Villa 31 es otra muestra de ello. Alumnos de SE DERIVAN a otros barrios, en lugar de construir nuevas escuelas en los lugares en que viven.
Para estos sectores, este gobierno no tiene ninguna
propuesta.
Desde Sintonía Educar pensamos que es fundamental redireccionar los
fondos hacia los sectores más postergados de nuestra ciudad.
Crear escuelas donde hay cursos
de 35 y 40 chic@s por clase, allí donde
hay superpoblación de alumnos y en los barrios donde viven ellos y sus familias, en lugar de derivarlos a otras zonas en colectivos como se viene haciendo desde hace un tiempo a esta parte,
con dos horas de viaje y dos de clase para que estudien en escuelas de otras zonas donde hay espacios ""disponibles".
Crear escuelas de nivel inicial y medias diurnas y no sólo
nocturnas como las que existen algunos barrios y que haya políticas
continuas y concretas de retención y
recuperación de la matrícula en las escuelas públicas.
La inversión y defensa de la
educación pública es
imprescindible, sobre todo en las zonas más castigadas
socialmente.
En relación al cierre de
grados y cursos, so pretexto de baja cantidad de alumnos, deberían estudiarse, reorganizarse y revisarse, de ser necesario, en cada escuela y en cada caso
con los docentes y la comunidad educativa en su conjunto, en lugar de seguir
aplicando medidas autoritarias e intempesivas a los que nos tiene acostumbrados el gobierno macrista.
ELENA LINIADO
*Este Editorial ha sido leído en nuestro programa del sábado 10 de marzo de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario