sábado, 10 de marzo de 2012

TENSA SITUACIÓN POR EL CIERRE DE GRADOS Y CURSOS EN LA CABA


Nos encontramos  en  un momento de alta conflictividad política en el plano educativo.
Se mezclan los temas de salario docente, el fracaso de la paritaria nacional, los paros que cada vez gozan de menor aceptación, los dichos de la presidente y el cierre de 143 grados, 53 cursos de escuelas medias y 25 de escuelas técnicas en la ciudad de Bs As…. Además de los rastros que han quedado  sobre el modo en que cerró el conflicto por las juntas a fin del año pasado.

La cuestión de las palabras de Cristina Fernández sobre horas de trabajo y vacaciones admite discusión. Como lo dijimos en nuestro programa de la semana pasada, emitió una opinión basada en un sentido común que desmerece  la labor  docente   y obtiene el rechazo a sus dichos por la mayoría de los educadores.

Ahora bien, la presidenta  además habló de otras dos cosas: los paros por el reclamo salarial y el ausentismo docente. El 47% de cargos con doble cobertura en Santa Cruz no es un invento.

 A esta altura está más que claro, según nuestra óptica, que en la CABA los paros reiterados llevan agua al molino privado. Pan para hoy y hambre para mañana, a la larga ( y solo pensando en el interés sectorial docente) atenta contra la propia fuente de trabajo.

Sin embargo, los paros no serían tanto problema si no fuera por un fenómeno que los refuerza y es una gota de agua que horada la piedra de las familias, en el ámbito de la escuela pública: muchos docentes  faltan con una frecuencia que no debería ser posible, impidiendo el normal desarrollo de las clases y su continuidad a lo largo del ciclo lectivo.

La situación concreta de emergencia educativa en la Ciudad declarada en marzo del 2011 por falta de educadores, las jubilaciones masivas que se vienen dando en los últimos años y que han perjudicado la continuidad de proyectos pedagógicos a largo plazo en distintas escuelas, muchas veces, un estilo de gestión laxo y que tiende a evitar el conflicto en lugar de garantizar que la institución educativa cumpla la función que la sociedad le asigna,el desgranamiento que se produce en los institutos de formación docente, entre otros,  también forman parte de esta problemática.

Lamentablemente el cierre de grados y cursos no se explica sólo por lo que hace Macri, sino también por el modo de comportamiento de la ciudadanía, que tambien está desertando del Estado.
Muchas veces, animada por un cierto espíritu consumista y otras, por las operaciones de marketing desde sectores que parecen asignarle, como en los noventa,  a la escuela privada un prestigio superior al de su calidad efectiva, que, a juzgar por hechos recientes, TAMPOCO, garantizan la calidad de los servicios...

Por supuesto, no decimos que Macri sea inocente en ese cuadro de situación. Su gestión mantiene y mantendrá un vinculo orgánico y estratégico con el mundo de los negocios en cualquier área. El cierre de grados y cursos es la demostración del fracaso en materia de políticas y gestión educativas del Ministerio de Educación de la CABA. Probablemente, de haber sido EFICIENTES en materia de inversión, hoy habría más alumnos en las escuelas públicas que en las privadas. Pero no es el único factor.

En la CABA el 50% de  los sectores medios y medios bajos llevan a sus hijos a escuelas primarias privadas. Una tendencia continua desde los años 80. Mientras en la escuela media hay un 60% de alumnos que asisten a la privada.
Actualmente, el Ministerio de Educación financia el 50 o el 100% de los salarios docentes de muchas escuelas  privadas  que no son de elite, en lugar de invertir ese dinero en las públicas.
Sabemos también que los subsidios a la educación privada  vienen aumentando desde la gestión macrista y que el cierre de grados y cursos es puro ajuste.

Creemos que es el Estado  quien debe  garantizar la educación pública de calidad, esto no se resuelve  fusionando grados  sino   abriendo mayor oferta para los sectores populares, por ejemplo,  en la zona sur y  en barrios carenciados de la Ciudad.
Lo ocurrido ayer en la Villa 31 es otra muestra de ello. Alumnos de SE DERIVAN a otros barrios, en lugar de construir nuevas escuelas en los lugares en que viven.

Para estos sectores,  este gobierno no tiene ninguna  propuesta.   

Desde Sintonía Educar pensamos que es fundamental redireccionar los fondos hacia los sectores más postergados de nuestra ciudad.

Crear escuelas  donde hay cursos de 35 y 40 chic@s por clase,  allí donde hay superpoblación de alumnos y en los barrios donde viven ellos y sus familias, en lugar de derivarlos a otras zonas  en colectivos como se viene haciendo desde hace un tiempo a esta parte, con dos horas de viaje y dos de clase para que estudien en escuelas de otras zonas donde hay espacios ""disponibles".

Crear escuelas de nivel inicial y  medias diurnas y no sólo nocturnas como las que existen algunos barrios y que haya políticas continuas y concretas de retención  y recuperación de la matrícula en las escuelas públicas.

La inversión y defensa de la  educación pública  es imprescindible, sobre todo en las zonas más castigadas socialmente.

En relación al cierre de grados y cursos, so pretexto de baja cantidad de alumnos,  deberían estudiarse, reorganizarse y  revisarse, de ser necesario,  en cada escuela y en cada caso con los docentes y la comunidad educativa en su conjunto, en lugar de seguir aplicando medidas autoritarias e intempesivas  a los que nos tiene acostumbrados el  gobierno macrista.

ELENA LINIADO

*Este Editorial ha sido leído en nuestro programa del sábado 10 de marzo de 2012.





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