miércoles, 4 de abril de 2012

SE FUE EL MAESTRO DE UNA GENERACIÓN DE ESCRITORES.



 Están tristes  los bichos del monte…porque  el escritor Gustavo Roldán falleció el 2 de abril de 2012.

“Fue como si el viento hubiera comenzado a traer las penas. Y de repente todos los animales se enteraron de la noticia. Abrieron muy grandes los ojos y la boca, y se quedaron con la boca abierta, sin saber qué decir. Es que no había nada que decir”.

Nacido en 1935 en Chaco, Gustavo creció escuchando cuentos del monte de aquí y allá que guardaba en su memoria. Eran historias con animales, con lobizones y luces malas. Esos cuentos alimentaron tanto su imaginación que un día metió a todos esos bichos en una bolsa viajera y los hizo vivir en sus narraciones…sapos, quirquinchos, y  tatúes, bichos colorados, piojos, pulgas, algún zorro,  ñandúes y   pájaros…

Ellos fueron protagonistas de  historias, que, sobre todo, en ciertas circunstancias históricas del país eran difíciles de ser narradas por humanos, un mundo lleno de  prohibiciones limitaciones y censura. En boca de bichos del monte, en cambio, resultaban sencillas para la comprensión de  los chicos llamando a  reflexiones sobre los valores como la libertad, el egoísmo, la solidaridad... Incorporaba alguna irreverencia a la autoridad, o hacia el gobierno; lo que podía decir  la opinión pública en diferentes personajes, ya sea  sapo,  piojo o bicho colorado.

Gustavo Roldán, Licenciado en Letras, escritor por excelencia, narrador, profesor, editor, periodista, promotor de la lectura se inició en la literatura infantil en  1984 con el libro El monte era una fiesta.

Luego  siguieron muchos otros libros, abriendo el camino en los 80 a otros escritores que contaron estupendos cuentos y novelas como Graciela Montes, Graciela Cabal , Laura Devetach, Elsa Bornemann y otros autores que hicieron punta en la literatura infantil argentina y sembrando miles de lectores que son hoy ya adultos ávidos de buenas historias.  

Lo vamos a extrañar mucho…. como al tatú...
“El tatú miró para todos lados, después bajó la cabeza, cerró los ojos, y murió.Muchos ojos se mojaron, muchos dientes se apretaron, por muchos cuerpos pasó un escalofrío.Todos sintieron que los oprimía una piedra muy grande.
Nadie dijo nada. Sin hacer ruido, como si el ruido pudiera molestar, los animales se fueron alejando” .*

*De Como si el ruido pudiera molestar, Gustavo Roldán, Libros del Quirquincho, 1986.

Como otros grandes que se han ido en estos últimos tiempos...M.E.WALSH, HUGO MIDON, ERNESTO SABATO....el mejor homenaje que podemos hacerle ...es seguir leyendo sus maravillosas historias a nuestros hijos, nietos y alumnos...

ELENA LINIADO

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